¿Para quién?
Amo la comida, sin embargo, después de comer todo lo que me gusta me siento fatal porque me invade un sentimiento de culpa que me induce al autocastigo y al desprecio por mi comportamiento, llegando a criticarme y castigarme con horas de ayuno, aumentando el gasto energético en el gim, o de cualquier otra manera que mitigue esa “traición” a mi fuerza de voluntad, a mi dieta.
Necesito reeducar mi cuerpo con nuevos hábitos nutritivos. Necesito ganar energía y empoderarme de mí. Necesito arrebatarle el poder a la publicidad engañosa de los cuerpos perfectos, a la comida chatarra, a la báscula, a las críticas sobre mi físico a mis propias críticas.
Siento una gran frustración, tristeza y desánimo cada vez que me subo a la báscula y compruebo que, tras una semana de pasar hambre, sacrificios y abusar de mi cuerpo no he conseguido los resultados deseados.
Empiezo una determinada dieta supuestamente “milagrosa”, con mucha ilusión y fuerza de voluntad, pierdo peso, y cuando me despisto y me concedo un capricho rebota y he ganado más del peso que había perdido. Compruebo que las dietas adelgazantes son del todo ineficaces pues acaban rebotando. Mi desánimo me invade, la culpa se apodera de mí. El efecto es que sigo siendo infeliz aún después de lograr el peso deseado.
Me miro al espejo cada día con desprecio y me profiero todo tipo de insultos y críticas por mi aspecto, por aquello que no me gusta de mi cuerpo, por todo aquello que me sobra o que me falta, por lo a disgusto que me encuentro dentro de mi cuerpo. Sin apreciar en ningún momento ni agradecer todo aquello que sí tengo y que es realmente bello.
Deseo desterrar de una vez por todas la creencia de que la comida es mi enemigo para convertirla en mi aliada, en la amiga que me va a nutrir y me va a permitir un estado de bienestar óptimo relajado y feliz.
Sigo una dieta terapéutica por motivo de una enfermedad, intolerancia o alergia lo cual supone la privación o eliminación de mi ingesta habitual de algunos alimentos. Cocinar y comer sin esos ingredientes me supone un trastorno. Necesito unas “nutripautas” para facilitar esta situación y seguir una dieta sin que falte el sabor y el placer y al mismo tiempo no esté perjudicando mi salud.